Las personas naturales o jurídicas en su quehacer diario, se involucran directa o indirectamente en actividades de carácter civil o comercial, que los obliga a protegerse jurídicamente de los riesgos que dichos negocios generan.
Parte del patrimonio de las personas naturales o jurídicas, se encuentra conformada por bienes inmuebles, los cuales deben ser salvaguardados legalmente, tanto en su adquisición como en disposición y su enajenación.